miércoles, 30 de mayo de 2012

EMPRESA, PALABRA DE GUERRA, MIS GLOBOS DE CANTOYA



“Toda empresa, todo proyecto empresarial, comienza con el pensamiento militar, no hay buen administrador de empresas que no haya sido inspirado en los grandes conquistadores” 
Por Hugo Morales Alejo*

Viajé por negocios un miércoles a la ciudad de Xalapa, me fui con el impulso de mi micro empresa y porque vi un anuncio en facebook de la venta de globos de cantoya en aquella ciudad. Siempre he querido lanzar un globo de esos por la noche, con mis hijos. Cuando niño trabajé en las ferias del sureste del país y algunas veces disfruté mientras trabaja, de ver ese espectáculo,

Luego de atender mis asuntos de microempresario, intenté comunicarme al teléfono de la compañía que ofrece los globos llamada Globos Cantoyanos, en el facebook. El celular que ahí está nunca fue respondido. Aproveché el facebook, para escribirle al o la anunciante. Me dio un teléfono convencional, marqué a ese, pero igualmente nadie me respondió. Volví a conectarme por facebook y le dije el problema, me dio entonces otro número celular, al cual me respondió una joven, que me dijo que estaban ubicados en Murillo Vidal, cerca de Correos (ocurre en ciudades grandes que los que viven allí, creen que porque ellos ya saben dónde es, uno va a llegar directamente, como si uno supiera las calles de cada ciudad visitada).

Saqué del estacionamiento mi carro, me dirigí por el laberinto de calles atenienses a buscar el lugar. Cuando estaba por dicha zona, marqué al celular para avisar que me encontraba cerca. Pero nadie me respondió, me tuve que mover del lugar porque los claxon de los carros casi me empujaron a continuar la marcha en esta ciudad, donde todo mundo anda neurótico.
Nadie me respondía, en tanto yo seguía en el laberinto de calles, hasta que por fin me respondió otra vez la señorita, con su estilo fresón de hablar, con desenfado, que no tenía el celular cerca, por eso no me respondía. Le expliqué por la zona donde andaba, intentó dirigirme por teléfono, pero finalmente me perdí más, lamentando que no pude traerle a mis hijos los globos de cantoya.
Creo que el producto es atractivo, a muchos nos interesa, pero la proveeduría debe mejorarse.


Toda empresa que no se actualiza, muere. Generalmente están cerrando cortinas, negocios, empresas, acusando que existe crisis.
Personalmente no creo en las crisis económicas. Existe mayor competencia cada vez, por lo que el recurso es menor, por lo que las estrategias deben ser mejoradas cada 24 horas.
Decía Platón que cuando un hombre se baña en un río, el hombre que entra y sale de dicho río, es el mismo, no ha cambiado en nada. Pero el río ha sufrido muchas transformaciones, las plantas han crecido, los peces y las piedras han cambiado de lugar, el agua ha recorrido sus cauces. El río es otro, pero el hombre es el mismo.

Esto indica que si el mundo se transforma, se actualiza cada segundo, pero el hombre se mantiene igual por años, con costumbres y formas de actuar que son del pasado.
En las empresas nacientes ocurre lo mismo, no se puede actuar en un mundo miles de veces más competido que hace 30 años, actuando cual empresario, como hace 30 años.
La necesidad crea estrategias. Veo que en las carreteras, en cada tope, los vendedores de frutas, chicharrones, jugos y demás, llevan el producto hasta el auto. Primero porque la necesidad impulsó a los vendedores a hacer eso y luego porque da resultados en la venta.
Por eso las empresas de productos como tarjetas de celular y porta celulares y  artículos chinos de moda, se apoyan en este ejército de vendedores para colocar sus productos.
El problema de los nuevos empresarios es que los empleados, generalmente egresados de escuelas universitarias o preparatorias o de nivel menor, no saben lo que es la cultura productiva. Salen buscando trabajo creyendo que se les pagará por hacer presencia. No saben que de su productividad depende su salario, su aguinaldo, sus vacaciones, su seguridad social.  No se casan con la necesidad del que les paga. Y el que les paga, si no es en verdad empresario, cree que todo lo deberá hacer el empleado. Por eso acaban cerrando el local.

Es decir, el empleado no sabe lo que es ser empleado, ni el patrón sabe lo que es ser empresario, porque sale de la universidad creyendo que el empresario es aquél que lleva celular en la mano, maneja carros de lujo, viste elegante, come en restaurantes lujosos. Y pretende actuar como tal. No sabe que el empresario es un empleado más de su empresa, que debe ensuciarse las manos, desvelarse, comer y dormir cuando se puede, quedarse sin dinero cuando se pagan los insumos y los sueldos, andar como loco completando para cumplir compromisos económicos.
Me gusta hablar de este problema con mis muchachos del Pentathlón, poniendo como ejemplo los locales que estuvieron de moda hace poco, los Ciber Cafés.

El “empresario”, nuevo profesionista de “grandes” ideas, llega a casa y le dice a sus papás que tiene un proyecto de poner un negocio, ellos se alegran y le preguntan que en dónde. El hijo responde “acá en la casa”. Entonces desaparece la sala de sus padres y allí pone el negocio. Luego de que los padres le financian, el neo empresario se pone a jugar en la computadora, comienzan a llegar clientes, a la semana se aburre, contrata personal que le haga el trabajo, para poder salir con sus cuates a pasar el tiempo en el cine, el café, el antro. El empleado se concentra en chatear, ver videos de su gusto, bajar juegos y programas y olvida a los clientes, que, al ver que nadie les hace caso, dejan de acudir al negocio.
Entonces el joven empresario cree que son malos tiempos, que no hay condiciones para mantener su empresa. Y cierra. El empleado se va a buscar otra chamba igual de cómoda.
El empresario no sabe que el ayudante es eso, un ayudante de él, pero que el que tienen que estar siempre pendiente de todo es el empresario, no los ayudantes.
Y es que las universidades ni otro nivel educativo preparan para hacer empresas. Preparan a la gente para ser empleados y como los empleos no existen, entonces están fabricando desempleados. Por eso es que hoy parecen lobos los jóvenes, luchando por estar en la nómina del narco o de algún gobierno municipal, estatal o federal. Y por eso no hay empresarios.
 Lo mismo ocurre en otros tipos de micro y medianas empresas. Por lo que para poder comenzar, se debe analizar el pensamiento militar, por supuesto el Arte de la Guerra, para poder ver el terreno, las herramientas humanas y financieras, con planeación y los dos ingredientes que no deben faltar jamás: Riesgo y Sacrificio.  Continuaré…
Que tengan buen día.
* Sargento 2o Hugo Morales Alejo, periodista, Director de la Agencia de Noticias  LaNigua.com y asesor empresarial

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